Crudos recuerdos de nuestra historia como espejos
desde una crítica feminista y autocrítica radical, Victoria nos remece y sitúa en el centro de la reflexión como oprimidas, pero, jamás vencidas, porque seguimos vivas, aunque nuestros cuerpos hayan perecido, viven todas en nuestra memoria y, que como germen revolucionario volvemos a nacer en cada acción de solidaridad, de apañe, cariño y amor.