Seguimos organizadas para la revolución social
NOS NEGAMOS A SEGUIR VIVIENDO EN EL NEGACIONISMO Y EL MIEDO INSTALADO POR EL SISTEMA CAPITALISTA PARA SEGUIR VIVIENDO CON PRECARIEDAD ASUMIENDO EL COSTO DE LA CRISIS DE ESTE SISTEMA
NOS NEGAMOS A SEGUIR VIVIENDO EN EL NEGACIONISMO Y EL MIEDO INSTALADO POR EL SISTEMA CAPITALISTA PARA SEGUIR VIVIENDO CON PRECARIEDAD ASUMIENDO EL COSTO DE LA CRISIS DE ESTE SISTEMA
Las mujeres y las lesbianas no somos universales y habitamos un sistema colonial y colonizado, geopolítico, estructurado por la heterosexualidad obligatoria
Las lesbianas somos también migrantas, empobrecidas, madres solas, trabajadoras, mujeres en trata, en explotación sexual, defensoras de la tierra, activistas…
Otras son juezas, parte de gobiernos, de partidos políticos, de las burguesías, gerentas…
No somos todas iguales ni nos afecta igual la estructura política.
¿Cómo viven la impunidad y la indiferencia del Estado? ¿Qué esperan? ¿Qué las mueve a estar en apoyo a las causas de Justicia para estas mujeres?
¿Qué distingue políticamente a una propuesta revolucionaria? ¿es insurgente? ¿qué sería la insurgencia? ¿solo una guerrilla?
¿Qué distingue políticamente a un movimiento centrado en demandas?
¿Distinguimos estrategias de tácticas en el feminismo?
¿Distinguimos materialismo de idealismo, estructura de formas de operar de esa estructura?
¿Distinguimos el poder cuando hablamos de violencia contra las mujeres?
¿Distinguimos nuestras expectativas de estatus y reconocimiento de los objetivos revolucionarios e insurgentes del feminismo antipatriarcal y anticapitalismo?
Hubo compañeras de Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Concepción, mapuche y no mapuche. También compañeras de Santiago y V Región que se han ido a vivir al territorio. Entre sus oficios y ocupaciones: psicólogas, antropólogas, bailarinas, estudiantes de ingeniería ambiental y de otros saberes ambientales, trabajadoras sociales, abogadas, terapeutas de rehabilitación, cantantes, muchas autogestionadas con pequeños emprendimientos. La gran mayoría activistas feministas, lesbofeministas, medioambientales y mapuche.
Revelando creencias y narrativas que limitan el abordaje de la violencia patriarcal, debatiendo, facilitando ejercicios para un aporte a una canasta de recursos que puedan servir en el acompañamiento...
No buscamos adaptar a nadie, seguimos proponiéndonos búsquedas en las que podamos facilitar alivio y estrategias de enfrentamiento a las dificultades que nos plantea un sistema patriarcal, heterosexual obligatorio, capacitista y capitalista, que quiere condenarnos a la indignidad.
El borramiento de la memoria de los numerosos atropellos que vivenciamos por esos días en las periferias de las ciudades, no han logrado hacernos olvidar que en Chile no se ha hecho justicia, no se ha juzgado a los criminales, ni al mayor de todos: SEBASTIÁN PIÑERA ECHEÑIQUE, presidente de Chile en ese histórico y controvertido periodo político, y tampoco se ha esclarecido la muerte de La Mimo.
Julieta Paredes utiliza su lugar de poder para agredir y violentar a compañeras feministas que no han dudado en ser parte de la resistencia al golpe tanto al interior de Bolivia como desde la perspectiva internacionalista. De este modo, vuelve a ejercer violencia y a incitar a la violencia. No comprendemos cómo esto es tolerado por otras activistas feministas, o por militantes populares.
“Alertamos de la pedagogía de la impunidad que construye Julieta Paredes y en la que logra articular a personas desinformadas o personas que naturalizan la violencia en organizaciones, se trata de un ejercicio de poder para la dominación, no son diferencias ni conflictos”