Con Hilo Puntada

SOMOS UN PÁGINA FEMINISTA DE CLASE Y ANTIRRACISTA Nuestro correo: lapuntadaconhilo@gmail.com PARA VER MÁS SOBRE PUNTADA CON HILO,COMUNICACIÓN FEMINISTA DE OTROS PERIODOS Y ETAPAS, PUEDES IR A LA BLOGA: http://lapuntadaconhilo.blogspot.com/ PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES salía mensualmente en todo chile. También llegábamos a otros países latinoamericanos. Tanto en Chile como en otros lugares llegábamos principalmente a organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas. Llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas. PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus vivencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-. Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización. Hoy además somos una página feminista y lesbofeminista antirracista de Walmapu.

“BUSCAMOS LO MISMO QUE LA DEMÁS GENTE, UN HOGAR”

El desalojo forzoso es una de las violaciones más graves a los derechos humanos en el mundo. El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y el artículo 11.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) lo subrayan. Chile ha ratificado todos los tratados internacionales y regionales de derechos humanos con todas las enmiendas realizadas en el siglo XXI, pero –una vez más- este Estado se mueve turbiamente, pues, en la práctica, no reconoce lo que firmó, el derecho a la vivienda adecuada[2], en Chile decimos “vivienda digna”. Pero no es solo eso, es que además el estado chileno bajo el actual gobierno promulgó una ley que permite catalogar de “violentos usurpadores” a todos y todas quienes se agencian un espacio para habitar.

“DESPIERTEN, EN WALLMAPU TORTURAN A LA GENTE”

Por todo y más, son muy actuales las palabras que Rubén Yem nos dijo cinco meses más tarde del femicidio empresarial de Macarena Valdés, su compañera de vida, en una entrevista: “En Wallmapu se está torturando a la gente. ¡Despierten, mapuche no mapuche, reaccionen, dejen de creerle a la televisión!” (ver
video).

Iemanjá o Yemanyá o Yemoya, La Madre de la humanidad y protectora de todas las especies que parió

Ella dirige las energías de los ríos, arroyos, océanos, lagunas, cascadas.
Las caboclas, mestizas hijas del blanco con las mujeres (secuestradas, subyugadas, violadas, esclavizadas, en concubinatos…) de estos territorios, juntaban el agua que bebían, que cocinaban, y con que se bañaban.
En las comunidades de Abya Yala eran las encargadas del contacto con el agua.
Iemanjá es una divinidad o diosa de la creencia Umbanda, creencia o religión que ha sido la bandera de los pobres, las negras, las zambas, las mulatas, las mestizadas o caboclas o huachas y desposeídas.
También una manera de conservar las creencias arrebatadas a las ancestras.

Relatos sobre hostilidad horizontal

Estos relatos fueron escritos en chile y en Bolivia, cuando la autora era parte de organizaciones feministas autónomas y de redes de apoyo a luchas anticapitalistas, entre los años 2000 y 2013. En ese tiempo no conocía el concepto Hostilidad Horizontal, pero había vivenciado y contemplado varias de sus formas entre nosotras y nosotros mismos... El resarcimiento y homenaje es siempre para la víctima que da título al relato.

Sí, el «enemigo» también está adentro

Tengo datos y memorias de que, en la década de los ochentas, por ejemplo, aquellas que sí recibían sueldos institucionales acusaban de enriquecerse a costa del movimiento a las que se movían desde la autonomía. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta visible de esa riqueza de la que “acusaban” dejó de ser herramienta de descrédito.
Luego, usaron el prejuicio respecto a los padecimientos de la salud mental para tratar de ensuciar el aporte de otras mujeres. Por ejemplo, todavía, a mí me tocó que cuando conocí a una de mis maestras feministas de vida, una mujer adulta mayor, alguien que me vio cerca de ella, acudió a contarme, como se cuentan estos chismes –en voz baja- que tuviera cuidado, que mi maestra había estado en tratamiento psiquiátrico.

EL TIPNIS, REFUGIO Y NO FOLCLOR*

En julio de 2012 se hizo una supuesta “consulta previa”. El Convenio 169 de la OIT estipula que los Estados deben consultar de manera “previa, libre, informada y de buena fe” a los pueblos originarios, pero esta consulta, claramente no fue previa, ni libre, sino impuesta, ni informada, pues el gobierno ocultó datos, y tampoco hubo buena fe porque entre otras cosas, no se respetó las normas internas de las comunidades ni de sus organizaciones. El gobierno emitió un informe en el que sostiene que el 80 por ciento de las comunidades aceptarían la carretera, sin embargo, un informe posterior emitido en abril recién pasado (2013)

TIPNIS y VIRUS DE ALTURA

Compañeras feministas y anarquistas que acompañaron esa marcha nos informaban ese día y en los días posteriores: “Hubo muchos niños y niñas heridas, asustadas. A los hombres los pusieron en camiones y a las mujeres y niños en cuatro buses. Los apalearon, la gente sangraba y seguían golpeándolos. Había un hombre al que le pegaban más. Varios policías contra él, yo gritaba, el hombre sangraba y ni siquiera se podía defender y ellos seguían, sin piedad”. Ese día todas y todos debieron refugiarse en la parroquia de Rurrenabaque, en la que según relataron hubo hasta 200 personas, la aplastante mayoría indígenas de comunidades, no dirigentes, muy poca gente urbana, algunos periodistas y alguna gente de o¬nGs.