SOBRE OLAS FEMINISTAS Y RACISMOS
Se ofenden sobremanera si se critica la formación de partidos feministas, si se habla de desclasamiento o se ironiza con la movilidad social. Y es inquietante que ofenda tanto algo que ellas no estarían, realmente, haciendo (que son pura idea de una)… Nos acusan de “tanta rabia y odio”, como si enojarse, ser conflictivas, confrontar en vez de aceptar, fuesen culpabilidades.
Memorias políticas
X victoria aldunate morales
Recordé que en Bolivia me decían “señorita” en la calle y con ello querían decir: “chilena blancona”. Una vez una señora con polleras me dijo: «¡devuélvenos el mar!». Le expliqué que el mar en $hile es de unas pocas familias burguesas. Se sorprendió, no sé si me creyó, pero me sonrío finalmente y accedió a venderme algo que yo le quería comprar (que si no, no me vendía nada).
También recuerdo que una compañera feminista con polleras me relató que en algún momento se habían dado cuenta que cuando los “blancones” o “jailones”, o sea la gente burguesa, les hablaba a los indios, incluso si eran viejos, les decían: «¡Oye chico, ven acá!».
Les trataban de “tú” a sus empleados y a cualquier indio que llamaran para cargarles las maletas o servirles en algo. No importaba si eran personas de edad avanzada.
No siendo lo mismo y respondiendo a situaciones distintas, percibo -sensiblemente- una similitud con el tono que usan en redes sociales mujeres feministas que colocan comentarios ofuscados por ideas políticas que confrontan sus acciones.
Se ofenden sobremanera si se critica la formación de partidos feministas, si se habla de desclasamiento o se ironiza con la movilidad social. Y es inquietante que ofenda tanto algo que ellas no estarían, realmente, haciendo (que son pura idea de una)… Nos acusan de “tanta rabia y odio”, como si enojarse, ser conflictivas, confrontar en vez de aceptar, fuesen culpabilidades.
¡Ah y el tono! Sí, el tono (de eso empecé hablando), es entre docto y poético, con matices espiritualistas, fluctuantes, hasta flotantes…
Sé que odian las ironías porque las que ironizamos somos unas rabiosas mientras ellas no. Ellas son sororas, pero con límites (como todo), porque no sororizan con resentidas ni majaderas sin tino y con memoria. Eso para ellas es pura envidia, baja autoestima, una autoimagen dañada, ignorancia… Mientras que ellas sí que saben, y nos escriben y hablan como si fuésemos menores que ellas, aunque no lo seamos.