¿CREES QUE HUELO MAL?
Les amas como una hija, sí, pero como a una hija de pobres (como tú misma). Y no es lo mismo en lo concreto como se materializa el amor de las madres pobres, que el de las otras. Y haces lo que puedes, con mucho amor y escasos billetes. Así, terminas sintiéndote profundamente culpable de no haber sido “la madre que debías”. (Y es que nunca lo eres, especialmente cuando vives en la población).
Y en la población o en otras comunas que tienen más pelo (en eso hay una “igualdad” de mierda), siempre hay gente que imagina que quienes no huelen como ellos, no se parecen a ellos, no tienen su color, su "pelaje", su lenguaje, deben ser eliminados.