El lesbicidio de Ana Almonacid

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Ana vivía en el sector de Alerce, el agresor JOSÉ BARRÍA IMÍO, también.
Fue premeditadamente hasta la casa de ella. Se habría enterado «hacía poco» de la orientación/opción sexual, de su víctima. Ana y el agresor eran, apenas, conocidos…

BARRÍA IMÍO, luego de agredirla, se dio a la fuga. No lo encontraron las policías regionales ni nacionales, él agresor se entregó por su cuenta

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Castigo al continuo lesbiano

X puntada con hilo

“Era una mujer muy alegre. Nunca se le veía triste. Ella era muy trabajadora además y amaba mucho a su madre”, declaró a la Radio JMG[1], la hermana de Ana, Carla Almonacid.

El 12 de marzo de 2022 Ana Almonacid, de 39 años, fue quemada viva por un agresor lesbofóbico, JOSÉ OMAR BARRÍA IMÍO. El 53 por ciento del cuerpo de Ana, quedó comprometido por el fuego. Fue internada en el Hospital Dr. Eduardo Schütz Schroeder, de Puerto Montt, ciudad donde vivían la víctima y el agresor.

Al mes y tres días de la agresión lesbófoba, el 15 de abril, a pesar de las esperanzas puestas por su familia y amigas, en la recuperación de Ana, ella murió.  Las lesiones provocadas por el lesbicida, fueron mortales.

Al lesbicida no lo capturaron

Ana vivía en el sector de Alerce, BARRÍA IMÍO, también.

El criminal machista fue premeditadamente hasta la casa de Ana, se habría enterado hacía poco de la orientación/opción sexual, de su víctima. Ana y el agresor eran, apenas, conocidos.

BARRÍA IMÍO, luego de agredirla, se dio a la fuga. No lo encontraron las policías regionales ni nacionales, él agresor se entregó por su cuenta al juzgado de Garantía Puerto Montt el lunes 24 de abril, luego de que permaneciera prófugo -nada menos- que un mes y medio. Cinco días después de entregarse, el 29 de abril, el criminal apareció muerto en la cárcel de Puerto Montt (Complejo Penitenciario de “Alto Bonito”), en una celda del módulo 71; estaba cumpliendo cuarentena preventiva por Pandemia y se habría suicidado.

La ley y el Estado

Por el artículo 390 de la ley “Gabriela”, el delito del lesbicida habría estado siendo investigado con una figura que las autoridades mencionan como: ”femicidio íntimo”, y que propone que un lesbicidio, sería en realidad un femicidio “en razón de la orientación sexual de la víctima”, “muerte con razones de género”, crimen “realizado con motivo de la orientación sexual, identidad de género o expresión de género de la víctima” (modificación introducida legalmente el año 2020).

Por esos días, la ministra Sernameg además, informó a través de twitter (como lo hacen en la actualidad), que el de Ana, habría sido el “primer delito de femicidio íntimo en razón de la orientación sexual de la víctima, tras la modificación legal que incluye esa figura”, y que esa (su) repartición ministerial, habría presentado una querella contra el lesbicida, pues su ministerio “también” velaría “por las lesbianas”.

La muerte de Ana, antes del artículo 390 de la Ley “Gabriela”, habría sido homicidio simple, con penas de 5 a 15 años y un día, luego de este artículo de la Ley vigente, podrían ir de 15 años en adelante…

El correctivo anti lesbiano

Ana fue torturada y asesinada por ser lesbiana. Nada la devuelve y nada cambia el odio impuesto por los patriarcas, hacia nosotras.

El lesbicida muerto, representa un eslabón más en los castigos a mujeres que elegimos, sentimos, queremos, deseamos, y nos rebelamos –conscientes o no-, a la obligación heterosexual.

El lesbicidio es contra el continuo lesbiano[2], no se trata solo de “matar a las mujeres por ser mujeres”… Es un correctivo, que policías, Estados, instituciones, siguen -sutil o groseramente- sosteniendo, a pesar de sus leyes de inclusión. Y lo hacen para el reseteo renovado del capital que nos necesita entregándoles cuerpos y energías reproductivas. «Incubadoras» de preñeces, cuidadoras de símbolos e imágenes patriarcales: «esposas», «novias», «amantes» de hombres; luciendo femeninamente sometidas a las reglas masculinas de la feminidad; ciudadanas “straight”[3], derechas, inmediatamente a mano (a sus manos masculinas), para utilizarnos directamente de diversas formas: como propaganda heterosexual, transmitiendo la cultura patriarcal toda y en pleno.

Lienzo de colectiva Lesbipulli de Puerto Montt

[1] Disidencias Radio JMG, abril 29, 2022, “HERMANA DE ANA ALMONACID: “ESPERAMOS QUE NO QUEDE IMPUNE ESTE ASESINATO”.

[2] Adrianne Rich revela que la heterosexualidad como norma social invisibiliza a las lesbianas, incluso en el movimiento feminista, en su artículo Heterosexualidad obligatoria y existencia lésbica

[3] Monique Wittig dice que la heterosexualidad es un régimen político y su eje, lo que lo guía, es el pensamiento “straight” (No se nace mujer y El pensamiento heterosexual).