NI TONTAS, NI LOCAS Y NUNCA MÁS SOLAS
A medida que se profundiza la violencia estructural, somos las y los más empobrecidos, les más afectados. En nuestros entornos, de lxs más golpeados por el abandono en materia de salud mental, están lxs niñxs, jóvenes, mujeres, población adulta mayor, pueblos originarios y migrantes, especialmente aquellxs que hablan idiomas que no conocemos: el aymara, quechua, mapuzungun, creole y otros.