”Desastres naturales”
x puntada con hilo
¿Hay letra viva acaso? Tantos conceptos encubren la realidad cuando los poderosos y quienes comunican para ellos, los utilizan.
Los desastres naturales no existen en sí mismos, es solo que los ríos, los mares, los cerros, los bosques, el firmamento están intentando sobrevivir entre tanta miseria capitalista amparada por los estados, sus gobiernos y sus mandatarios y compañía.
Es que todos los entramados espectaculares de las organizaciones mundiales que dicen estar preocupadas por el clima, la capa de ozono, la contaminación, la pobreza… es pura hipocresía.
No se ocupan, porque ocuparse sería expulsar a las constructoras insaciables, que para sus ganancias, elevan simples conventillos de cartón maquillado.
Ocuparse, sería obligar a los estados a construir viviendas dignas para el pueblo para que así tantas personas no se construyeran en sitios baldíos o predios que nadie utiliza, espacios que habitar. Los que poseen legalmente esos descampados y extensiones de tierra, no los utilizan, pero necesitan poseerlos porque “tener” y “parecer”, son sus sentidos máximos en la vida.
Ocuparse de los “desastres naturales”, sería patear el culo al capital, y eso no lo van a hacer, porque en definitiva son los guardaespaldas del mismo.
Los que no andan en autobús, pueden crear todos los “transantiago chilenos” que quieran, y será siempre un “desastre natural”.
Si una discapacitada, una vieja, una mujer con guagua, los animalitos, o cualquier otro ser viviente, no logran estar a salvo, dirán que es el mentado “desastre”. Que fue por culpa de la vejez, de la discapacidad, de la guagua, de la mujer, de la delincuencia y la basura… Dirán lo que sea que inventen, para encubrir sus crímenes contra la humanidad y todo lo viviente. No van a reconocer que se trata de sus enjuagues y entramados con el poder.
Los desastres naturales no existen. Los pueblos estúpidos tampoco. Si ahora tantos se vuelven hacia dictadores y malvados, es que los que se dijeron “los buenos”, se transformaron en lo mismo que decían combatir.
Cuando te vengan a salvar, pregúntate quién te salvará de los “salvadores”. El único desastre natural es su codicia.