Prisión política de Flora Pavez Tobar: CASTIGO POR DECIRLES NO A LOS PRECUSORES DEL “NO” (2007)

Soy de las mujeres de los años 80, que a diferencia de las que hoy están en el poder, continuamos buscando un Chile justo. Los que están ahora en La Moneda, en el Parlamento, en los Ministerios, son los mismos que en el gobierno de la Unidad Popular apoyaron el golpe. Cuando yo vi que quedaba inconclusa esa lucha, que todos empezaron a irse pa’ la casa, yo no podía y no quería hacer lo mismo. En verdad, nada había cambiado, era sólo maquillaje, y eso lo sabíamos todos, y yo no iba a autoengañarme con lo de La Alegría que ya venía…

Desde Bachelet y Pascual a Boric, RUTH ROJAS: “CONFIÁBAMOS EN LAS INSTITUCIONES, YA NO”…

Mi esposo escuchó partes de la declaración de James. Le preguntaron varias veces por qué en vez de llevar a Ximena él mismo a la enfermería de la FACH, le pidió a un vecino que lo hiciera… (¡si ella estaba grave!)… y dijo que porque tenía toda la ropa manchada de sangre y se había quedado para asearse y cambiarse de ropa…Mi esposo escuchó que el funcionario de la PDI le dijo: “esto no lo pondré para no perjudicarlo’’.

A 4 años del femicidio empresarial: Macarena Valdés (2020, Cable a tierra)

Desde la lejana ciudad de Carahue (lugar de fortificación), Paola Melita rememora todas las sensaciones que provocó en ella la muerte de la negra en extrañas circunstancias. “A mí me impresionó, es la primera vez que sentí mucho miedo”, señala la activista que lleva una década trabajando en una escuela rural de la Araucanía.

«Hemos vivido machismo no sólo del sistema, también de hombres y mujeres de la comunidad»

San Juan es un pueblo muy patriarcal al igual que todas las comunidades de por ahí. En San Juan, el cien por ciento de las autoridades comunitarias ancestrales son hombres. Si hay una actividad, las mujeres son importantes, pero en la cocina. Hacen todo ese trabajo, las tortillas, toda la comida y los hombres, comen. Lo más impactante es que ellos comen en la mesa y nosotras debemos comer en el piso.

Guatemala: Ley que penaliza a disidencias sexuales y el aborto

Es más allá de los DDHH, más profundo. Es el sostenimiento de un colonialismo refuncionalizado, el mismo que vino hace más de 500 años a destruirlo todo. Todas nuestras maneras comunitarias y afectivas, para entregarnos a las mujeres y a todas las personas invadidas, al capitalismo.