La disputa por “El feminismo”

El feminismo” mixto y heterosexual, no quiere aceptar la memoria de un feminismo que confronta al Patriarcado como sistema político y que NO nombra al machismo, la lesbofobia, la homofobia, la transfobia como “cultura”, “inequidad”, “falta de oportunidades”, “discriminación”. Todos aquellos conceptos que como “diversidad”, le son tan saludables al capitalismo neoliberal y (neo)colonial, porque son y se quedan en la superficie.

LA HUMANIDAD NO ES VIOLENTA POR NATURALEZA (ENTREVISTA A HUMBERTO MATURANA 2003)

Sí, el aborto puede ser una conducta amorosa también. Amorosa con todos, con el que no nacerá, con la que aborta, con los demás hijos (si los hay), con la sociedad en general. Evitará que nazca un niño que sufrirá miseria, abandono, parricidio, descuido, desamor.

La ética no tiene que ver con las normas, sino con lo que siente la persona en relación con lo que hace.

LAS ENFERMAS DE JUSTICIA

Esto es necesario, sobre todo desde donde y quienes nos estamos pensando propuestas psicoterapéuticas desobedientes de la hegemonía médica, porque urge dar la vuelta a las nociones de salud y a las de enfermedad y señalar el contenido político de los diagnósticos, hoy legitimados por cierta noción de ciencia que se presume neutral y apolítica, pero, que como he señalado, responde a intereses concretos.

Me urgen 5 minutos de reflexión y calma

La carta que colgó al muro de denuncias por acoso en la UNAM, muy probablemente -supongo, no lo sé-, corresponde a un momento del proceso de sanación, un momento inicial de toma de conciencia. Ojalá ella hubiera tenido el tiempo de terminar ese proceso de autoconciencia, empezado una noche con dos amigas al hacerse una pregunta fundamental, que nos atañe a todas, antes de haber divulgado las sensaciones que le provocó el abuso de Sergio Moissen. Por haber participado en largos procesos de sanación feminista, me permito suponer que ahora se sentiría mucho mejor.

Los consensos anti-“punitivistas”

Los debates sobre ser o no “punitivistas” parecen haberse inaugurado con la funa por redes sociales a un militante de Pan y Rosas México y luego la denuncia de las feministas comunitarias antipatriarcales de Bolivia por femicidio frustrado, a la feminista -otrora anarquista y autónoma, hoy institucional- Julieta Paredes Carvajal. Vinieron más denuncias a militantes y ahí aprovecharon gobiernos y partidos políticos, -los mismos que por siglos han sido trincheras reformistas y civilizadas de la masculinidad-, para declararse «feministas”.

De concepciones teóricas y estrategias para luchar por una sociedad no patriarcal

No estamos condenadas y condenados a resistir eternamente. Ninguna institución, ni contrato social ni sexual surge de una supuesta esencia o "naturaleza" humana. El patriarcado y el capitalismo verdaderamente pueden caer. La primera condición es articular la fuerza social y política para lograrlo detrás de una estrategia y objetivos revolucionarios y no de reforma de este sistema y este Estado capitalista-patriarcal.

¿Por qué elegimos creerles a las mujeres?

"Los preconceptos que tiene nuestro sistema Judicial respecto a la violencia de género son increíbles. Da impresión leer los fallos por la cantidad de etiquetas y estigmas con los que carga la mujer por ser mujer en la Justicia argentina. Desde la provocación que termina en femicidio hasta la justificación de abusos sexuales", destaca Diana y agrega: "La cuestión judicial es tortuosa porque además le piden testigos a un delito que se comete puertas adentro. Salvo que encuentres sistematicidad en la conducta del agresor como fue el caso de Darthés, es muy complicado".

Ni feminismo “carcelario” ni escraches como estrategia

Proponemos la implementación de protocolos que permitan intervenir en casos de violencia en las instituciones educativas, en los ámbitos laborales y sindicales, teniendo en cuenta las diferencias que existen cuando se trata de pares menores, de pares adultos o de relaciones de poder. Estos protocolos, que permiten la resolución de conflictos con el consentimiento de la víctima, también establecen claramente el derecho elemental y democrático a la defensa del acusado. Pero también impulsamos la organización de comisiones de mujeres en todos los lugares de trabajo, en los centros de estudiantes y los sindicatos.