Desafíos para el Nuevo Milenio: «Suave Dominación» (2011)*
El equipo debe ser multidisciplinario, bien académico (de esa gente a la que le llaman “licenciado” o “licenciada” –y no corrige porque le gusta el título-. Esto pinta muy bien, está muy de moda desde que desaparecieron las activistas políticas, sus denuncias, sus resistencias y los movimientos sociales).
Fumigue la cocina para erradicar cualquier brote de rebeldía, limpie todos los ingredientes de rabia, evapore los contenidos políticos, sobre todo eso, es lo más importante…
Recetas antiguas con nuevos ingredientes
“Suave dominación”
(PATRIARCADO A LA NEOLIBERAL)
…en salsa de gobernanza…
Muy importante:
- Todo debe ser precocido por los financiadores
- los instrumentos que usará Bien esterilizados (burocráticos, en lenguaje más didáctico).
- Erradicar toda noción política de rebelión
Necesita que todo esté aséptico. Recuerde que cualquier elemento contaminado puede desatar un brote de protesta social y dinosáuricas pretensiones revolucionarias… La preparación debe quedar pura y suave… Es deseable fumigar la cocina para erradicar cualquier germen de denuncia…
- INGREDIENTES:
- Vocabulario conceptual predeterminado
- Metodologías y premisas pre-hechas
- Bastante de “Gestión Pública” (da muy buen tono técnico)
- Enfoque de género descriptivo, no conflictivo (el de las tecnócratas de género que también se llaman “expertas en género” sirve muchísimo, deja un dulzor algo repelente, pero usted puede aminorarlo con algo de estadísticas de pobreza de las mujeres y cifras de femicidio…)
- Coloque además:
- una pizca de “Equidad”
- Otro poco de “Alivio de la pobreza”
- Un tantito de “Igualdad de Oportunidades”
- No olvide, dónde sea, colocar “Empoderamiento”
- Ponga también algo de “Derechos Sexuales y Reproductivos” y no olvide “Violencia Intrafamiliar” (incluso, no dañaría el sabor si va más lejos y coloca “Violencia Doméstica y Sexual”, que igualmente logra un sabor dulzón (tradicionalmente eraamarga, pero se ha endulzado mucho con estas teorías psicológicas de ahora, sobre la baja autoestima y la violencia cruzada, y también con aquello de “Violencia de Género”…).
- No ponga nada de División Sexual del Trabajo, déjelo sólo como “Economía del Cuidado”, sabe mucho más liviano.
- Si puede, agregue alguito de “Despatriarcalización y Descolonización” (Si usted no las conoce, no importa porque nadie sabe realmente lo que son. Se trata de un ingrediente muy raro, se da solamente en Bolivia, pero por ahora, se encuentra en una variedad bastante desabrida, sin sabor y sin olor –q’ayma-, sin embargo, decora bien, da colorcito a la preparación).
- No olvide jamás, la Paridad y la Alternancia que generalmente brota en cupos en el Parlamento, la Asamblea, la cúpula del Partido, y ahí usted pasa a ser el complemento de los varones (lo que le llaman chacha-warmi). Usted es lo que complementa a los hombres, y por eso sólo llegará a suplente, pero no pierda las esperanzas –es lo último que se pierde- si se muere el titular, usted pasa a calentar ese asiento.
Moler bien todo, fragmentando muy bien los ingredientes, que no quede nada sin pasar por el cedazo, ¡bien molido! Que no parezca que todos los ingredientes tienen un mismo origen (que son una sola cosa) así le quita toda esa rebeldía y esa lucha política que tanto daño hace al hígado patriarcal y a sus hijos neoliberales (porque esta receta debe quedar con un saborcito tenue, especialmente para ellos…).
Previamente al preparado, una buena limpieza política:
- Lave y limpie bien todos los ingredientes de rabia, dolor, necesidades, clamor, protesta, denuncia, odio de clase, resentimiento y rebeldías de mujeres, de lesbianas, de maricones, de marimachas, de abortistas y otras malas yerbas.
- Quíteles palabras como feminismo, revolución, radical…
- Saque todos los vestigios de “pueblo” (ahora es “sociedad civil”)
- Si hay sujeto político, rállelo. (No se puede hacer desaparecer, pero al menos, lo puede hacer pasar por otra cosa, neutralizarlo quitándole indigestos contenidos de clase, memoria e historia, cuerpo vivido y pretensiones de autonomía…).
- Si ralla el sujeto político, quedará como el queso rallado para espolvorear, y si huele fuerte, puede aminorar su hedor con algo de matrimonio gay, las otras familias y un poco de carnaval con plumas (de seguro ni se notará el mal olor a rebelión sexual).
Fundamental luego de la limpieza política:
Un hervor fuerte para evaporar los conflictos (¡¡¡TODOS!!!), especialmente los cotidianos de las mujeres:
- “Con qué plata hago el mercado mañana y cómo alimento a las wawas”,
- “¡Mierda quedé embarazada y no tengo plata pa’ abortar en clínica!”,
- “¡Cómo pago los exámenes del médico legal!”
- “¡Pa’ qué voy a denunciar si nadie me va a oír!»
- “¡Lo denuncio y quedo peor yo que él!”
- “¡El ojo morado no es prueba de nada, qué hago! La asistente social dice que es “Violencia Cruzada”…
- “¡A dónde me voy, no tengo a dónde ir!”…
- “¡Soy lesbiana, pero no tiene que notarse!”
- “¡Si se muere mi pareja o yo, no nos queda nada de lo que hemos conseguido juntas porque somos sólo dos solteronas –un par de marimachas- que viven juntas y eso no es familia como dice la Nueva Constitución Política del Estado de Bolivia!”…
… Y así, todas esas cosas y muchas otras que usted y sus amigas saben que pasan todos los días, pero que usted no va a agregar al precocido porque si lo hace, no aprobarán su proyecto y no podrá servirlo frío en el Restorán del Hotel de lujo al que la citaron a aquel Seminario de Comida Sana para el Empoderamiento Ciudadano de las Mujeres o de Los Pueblos Indígenas, que para el caso reciben más o menos el mismo trato.
Y ahora la Salsa Gobernanza. Es muy simple en el mismo estilo tradicional de siempre:
- Estado
- Democracia
- Ciudadanía
- Ciudadanía de las mujeres (que es algo así como un subproducto de la anterior)
Los mezcla todo, lo bate bien y quedará una crema incorpórea (sin cuerpo) de esas que se deshacen en la boca, pero en el estómago se hacen sentir. Entonces, para que no provoque gases, coloque una pizca de “participación” y “resignificación” de todos los conceptos que aprendió y en los que creyó cuando estuvo en la resistencia armada, en el partido proletario o en movimiento social “X” –años atrás, tanto que ya no recuerda-.
LE ASEGURAMOS QUE DE SEGUIR NUESTROS CONSEJOS CULINARIOS, OBTENDRÁ UNA “SUAVE DOMINACIÓN” QUE SUS BENEFICIARIAS-COMENSALES, NI NOTARÁN AL PALADAR.
Y para terminar, algo de estrategias comerciales para elevar su autoestima:
Ya se habrá dado cuenta que en la actualidad no basta con saber cocinar. Por eso iniciamos esta receta hablando de los DESAFÍOS PARA EL NUEVO MILENIO. Necesita, más que una buena mano, trabajo y empeño. Requiere una imagen corporativa favorable. O sea, hoy, el buen oficio y el buen sabor, por sí solos ya pasaron de moda. Usted requiere eficiencia, eficacia, planificación estratégica, operatividad y un buen perfil empresarial…
En otras palabras, no se quede siendo una simple cocinera, aspire a ser “microempresaria” del arte culinario y láncese a la fama con esta receta perfecta.
Aprenda del sueño americano, en el futuro puede llagar a ser parte de un Holding logrando entrar al universo trasnacional (o en su defecto, puede llegar a conformarse con ser diputada, senadora o incluso presidenta –ser mujer es muy recomendable en estos casos, y si además tiene apellido originario, mejor-). Y no menosprecie esta posibilidad porque terminado su mandato puede postularse a algún cargo en un organismo internacional y también volver a la carga en las elecciones. Pero baje de su nube, por ahora, el camino sólo se inicia…
¡Usted necesita -¡un clásico a estas alturas!- un equipo técnico-profesional de preparaciones precocidas. Y es bueno que el mencionado equipo cumpla con las expectativas institucionalizadoras de “transversalización del género”, por lo tanto: ¡Forme un equipo técnico- profesional “de género”!
- Con integrantes, la mayoría mujeres, que sumen entre todas varios diplomados, postgrados y maestrías en género (lo que se llama “expertas en género”).
- Es deseable que al menos una de las integrantes tenga algún paso -de cometa Halley- por grupos feministas que le hayan nutrido bien en discursos e ideas -que no encontrará nunca en la Academia- para que aporte al equipo con eso que escuchó –aunque no lo entienda- y lo pueda usar en sus lúdicas elaboraciones culinarias.
- No debe faltar un hombre en el Equipo. Puede ser gay o no. (En general, los gay son muy bienvenidos porque la gente piensa –discriminación positiva que le llaman- que son más creativos y más inteligentes que las mujeres o que las marimachas). Pero gay o no, su integrante varón deberá ser un chef que pruebe a los ojos del universo financiador que su microempresa culinaria de precocidos, garantiza ausencia de resentimientos feministas.
- Además un rostro masculino da confianza, entrega una imagen de liderazgo y la noción de conocimientos sólidos y sustentables. (Sabemos que esto es una reminiscencia machista, pero ¡sea tolerante!, no es tan grave, lo importante es mostrar una buena imagen corporativa).
- El equipo debe ser multidisciplinario, bien académico (de esa gente a la que le llaman “licenciado” o “licenciada” –y no corrige porque le gusta el título-. Esto pinta muy bien, está muy de moda desde que desaparecieron las activistas políticas, sus denuncias, sus resistencias y los movimientos sociales).
- El equipo, en lo posible, debe ser multicultural para probar el ánimo anticolonial latinoamericano y caribeño, con aires de nueva izquierda y gobernanza (sin vestigios de esas ideas antiquísimas de lucha de clases o antiimperialismo).
- Si alguien no es profesional o técnico en el equipo, pueden presentarlo como “actor social”, que también decoran muy bien un equipo profesional… (… Piense en las redes temáticas que nunca quieren llamarse “feministas” y aparecen de pronto –tal como desaparecen-, y siempre quedan muy bien con todas las instituciones: las del Estado, las No Gubernamentales y los medios de comunicación de masas. El modelo de “actores sociales” funciona -es muy funcional-).
Le aseguramos que cuando sus financiadores evalúen su propuesta será, la mejor… ¡Claro, baje los costos lo más posible! Es decir, sea económica, ahórreles euros y dólares, que eso influye mucho en el sabor.
Coloque fuentes al final del preparado (bibliografía), aunque no tenga nada que ver, eso da caché porque recuerde que estamos viviendo nuevos tiempos, técnicos, profesionalizados, democratizados, ciudadanos…
Le damos sólo algunos ejemplos de Bibliografía, los otro los agrega usted:
- De Souza Santos, Boaventura (muy atingente hablando de Movimientos Sociales que se transformaron en Estados).
- Lo clásico también vende mucho: Foucoult, Michel; Bordieu, Pierre (infaltables).
- Agregue informes (sobre todo los de pobreza) de organismos internacionales como PNUD o la onU.
- Puede, si quiere, colocar a alguna feminista clásica, pero No vaya más lejos (¡nada de materialistas, marxistas, radicales, autónomas, comunitarias, ni lesbofeministas! Dan un sabor agrio a su cocimiento).
- Lo que estaría muy bien sería citar a alguna generista de moda (eso decora bien), en cada país latinoamericano y caribeño, hay hasta más de una (algunas son feministas… pero usted las mencionará sólo como socióloga, psicóloga, antropóloga, economista, filósofa, licenciada, experta, etc.).
- Puede espolvorear, a gusto (pero no mucho) algo de afros, chicanas, y también –si desea- “feminismo indígena”. Le dará un toquecito de exotismo…
Le aseguramos que si acepta nuestro desafío para el nuevo milenio: pasar de simple cocinera a microemepresaria de lo precocido (con aires de trasnacional futura), llevando a cabo las metodologías recomendadas, sus Items de evaluación serán calificados como óptimos por los financiadores.
La calidad técnica, las metodologías consultoras, los cronogramas y plazos, el perfil profesional, la experiencia en el área de género (aunque halla llegado recién al “tema”) serán pan comido para usted y su equipo técnico-profesional.
Pero no olvide bajar el presupuesto al máximo, siempre hay sucedáneos más baratos, de algunos de los ingredientes, que acá no mencionamos por falta de espacio y porque son tan dinámicos que aparecen todos los días. Muchos son transgénicos, pero nadie lo notara, saben igualito a los otros, al fin y al cabo, todos son precocidos.
Y ahora, ¡LÁNCESE A LA FAMA DE SER UNA SUPERCONSULTORA CON AIRES MICROEMPRESARIALES! ¡LLAME YA!…SU FAMILIA, EL ESTADO Y LAS TRASNACIONALES SE LO AGREDECERÁN.
Victoria Aldunate Morales
Feminista autónoma
*Esta columna fue escrita en Bolivia La Paz en 2011