“El Instituto Nacional de Derechos Humanos debiera estar colocando un recurso de protección por los allanamientos a esos tres niños que son los hijos de Claudia, y por el sufrimiento de todos los niños que son alejados de sus madres presas… porque los niños quieren ver a sus mamás, pero cuando las ven, sufren un montón, es un abrazo como de campo de concentración, un abrazo que te quitan apenas lo obtienes…”, aquí la abogada se quiebra, pero finaliza: “Eso es lo que está viviendo Claudia ahora, la exposición de sus hijos a la violencia del Estado chileno”.
Ni la “Defensoría de la Niñez”, ni siquiera Amnistía Internacional, y menos SernamEG (Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género), o el INDH se han pronunciado en Chile desde el 9 de enero cuando fue detenida esta madre y werken de la comunidad Pocuno.