Sobre “LA TAREA DEL PLANCHADO”
Estoy segura de que ninguna de las compañeras feministas que estábamos en esa plaza teníamos dentro de nuestro imaginario el partir a nuestras casas a disfrutar de “…la tranquilidad de la vida marital, mirando la lavadora y el lava vajillas, que dejan las copas brillantes”. Tampoco creo que alguna estuviera partiéndose la cabeza para ir con disciplina casi militar “… a doblar las sábanas de algodón egipcio de 400 hilos para que queden estiraditas: primero doblar en cuatro y estirar, dar vuelta sobre los dobleces y volver a estirar, punta con punta… y no repasar cuando se termina para que no queden marcas”.