DEBATES FEMINISTAS

¿Feminismo a-histórico Siglo XXI?

Es su proceso histórico, las feministas y sus colectividades, hemos develado una historia política genuina y creadora de un movimiento político que no es puramente identitario ni solamente anclado en subjetividades y lenguajes. El feminismo ha elaborado lenguajes basados en sentimientos y ha tenido la capacidad de identificarse con otros, pero ha rechazado romantizar o encubrir el daño diluyéndose a sí mismo. Tiene genealogía y esto no es un debate “generacional”, en todo caso, es transgeneracional.

Iemanjá o Yemanyá o Yemoya, La Madre de la humanidad y protectora de todas las especies que parió

Ella dirige las energías de los ríos, arroyos, océanos, lagunas, cascadas.
Las caboclas, mestizas hijas del blanco con las mujeres (secuestradas, subyugadas, violadas, esclavizadas, en concubinatos…) de estos territorios, juntaban el agua que bebían, que cocinaban, y con que se bañaban.
En las comunidades de Abya Yala eran las encargadas del contacto con el agua.
Iemanjá es una divinidad o diosa de la creencia Umbanda, creencia o religión que ha sido la bandera de los pobres, las negras, las zambas, las mulatas, las mestizadas o caboclas o huachas y desposeídas.
También una manera de conservar las creencias arrebatadas a las ancestras.

Entrevista a Leonor Silvestri, poeta y activista objetora del género: «Puesta a elegir, prefiero ser mujer que ser varón» (2010)*

¡Lo único peor que ser mujer, es ser varón! Yo me siento una persona que intenta fugar de los géneros, no una Queer»…

Él no les mintió

Poco se diferencian estos feminismos con los bacheletistas. Aquellas celebraron el primer mandato de Bachelet emocionadas porque “era mujer”, y no les importó nada que también fuera la continuidad de la prisión política a gente mapuche en resistencia a las trasnacionales y la oligarquía. Soslayaron el asesinato de Matías Catrileo (2008) bajo su mandato, y más tarde, cuando se hizo internacional el reclamo feminista autónomo por la indiferencia gobiernista ante la huelga de hambre de la comunera y presa política mapuche, Patricia Troncoso, guardaron sus challas para “lamentarse” con alguna tímida declaración. Hay que reconocer -eso sí- que nunca organizaban “encuentros plurinacionales y antirracistas” en esas condiciones políticas de sus gobiernos.

La disputa por “El feminismo”

El feminismo” mixto y heterosexual, no quiere aceptar la memoria de un feminismo que confronta al Patriarcado como sistema político y que NO nombra al machismo, la lesbofobia, la homofobia, la transfobia como “cultura”, “inequidad”, “falta de oportunidades”, “discriminación”. Todos aquellos conceptos que como “diversidad”, le son tan saludables al capitalismo neoliberal y (neo)colonial, porque son y se quedan en la superficie.

Me urgen 5 minutos de reflexión y calma

La carta que colgó al muro de denuncias por acoso en la UNAM, muy probablemente -supongo, no lo sé-, corresponde a un momento del proceso de sanación, un momento inicial de toma de conciencia. Ojalá ella hubiera tenido el tiempo de terminar ese proceso de autoconciencia, empezado una noche con dos amigas al hacerse una pregunta fundamental, que nos atañe a todas, antes de haber divulgado las sensaciones que le provocó el abuso de Sergio Moissen. Por haber participado en largos procesos de sanación feminista, me permito suponer que ahora se sentiría mucho mejor.

Los consensos anti-“punitivistas”

Los debates sobre ser o no “punitivistas” parecen haberse inaugurado con la funa por redes sociales a un militante de Pan y Rosas México y luego la denuncia de las feministas comunitarias antipatriarcales de Bolivia por femicidio frustrado, a la feminista -otrora anarquista y autónoma, hoy institucional- Julieta Paredes Carvajal. Vinieron más denuncias a militantes y ahí aprovecharon gobiernos y partidos políticos, -los mismos que por siglos han sido trincheras reformistas y civilizadas de la masculinidad-, para declararse «feministas”.

De concepciones teóricas y estrategias para luchar por una sociedad no patriarcal

No estamos condenadas y condenados a resistir eternamente. Ninguna institución, ni contrato social ni sexual surge de una supuesta esencia o "naturaleza" humana. El patriarcado y el capitalismo verdaderamente pueden caer. La primera condición es articular la fuerza social y política para lograrlo detrás de una estrategia y objetivos revolucionarios y no de reforma de este sistema y este Estado capitalista-patriarcal.