Él no les mintió
Poco se diferencian estos feminismos con los bacheletistas. Aquellas celebraron el primer mandato de Bachelet emocionadas porque “era mujer”, y no les importó nada que también fuera la continuidad de la prisión política a gente mapuche en resistencia a las trasnacionales y la oligarquía. Soslayaron el asesinato de Matías Catrileo (2008) bajo su mandato, y más tarde, cuando se hizo internacional el reclamo feminista autónomo por la indiferencia gobiernista ante la huelga de hambre de la comunera y presa política mapuche, Patricia Troncoso, guardaron sus challas para “lamentarse” con alguna tímida declaración. Hay que reconocer -eso sí- que nunca organizaban “encuentros plurinacionales y antirracistas” en esas condiciones políticas de sus gobiernos.