NO ES SOLO YAÑEZ, ES PIÑERA, CHADWICK, LOS AGENTES POLICIALES Y MILITARES DEL ESTADO DE CHILE
En Chile se dio órdenes desde el gobierno de Piñera y los altos mandos de las Fuerzas Armadas y las Policías, de reprimir manifestaciones pacíficas, torturando, haciendo simulacros de fusilamientos, disparando a civiles desarmados. Se detuvo ilegalmente a manifestantes desde sus casas o desde las calles, se disparó contra viviendas y edificios, se propinó golpizas, humillaciones y se ejerció abuso sexual contra mujeres, adolescentes, lesbianas, personas trans, homosexuales y toda persona disidente sexual. Tal como en Dictadura: tratos crueles, inhumanos y degradantes, además de muerte. Todo eso no es “apremios ilegítimos”, sino tortura con intencionalidad de “castigarnos” por protestar.
X puntada con hilo
Sólo 0,2 % de las 10.568 denuncia contra carabineros y militares han conseguido algo de justicia. En el año 2020, de “todas las denuncias recibidas por la Fiscalía, un total de 6.369 apuntaban a carabineros, 307 sindicaban a militares, 137 a funcionarios de la PDI y 27, a marinos. Otras 30 refieren a personal uniformado sin clasificar”[1].
En Octubre 2023 Amnistía Internacional advirtió “que la naturaleza militar y la estructura orgánica de la institución (de Carabineros de Chile) constituyen importantes limitaciones a la hora del desempeño de sus funciones, lo cual se vio reflejado en las violaciones a derechos humanos cometidas de manera generalizada durante las movilizaciones sociales de 2019”[2].
Hubo múltiples canales para que la institución de Carabineros se informara que los efectivos bajo su mando torturaban. Esa institución mantuvo siempre el control, pero no tomó medidas para prevenir el crimen que estaban cometiendo. Los altos mandos permitieron e instigaron, y sus efectivos se ensañaron con quienes protestábamos.
Mujeres torturadas por pacas
El 21 de noviembre en Quilpué, una paca a la que los tribunales protegió dando solo sus iniciales, detuvo a dos mujeres manifestantes, las subió al retén móvil y las obligó a desnudarse para proceder a golpearlas con patadas, un bastón institucional y cachetadas, además de rociarles gas pimienta e insultarlas. Luego las derivó a la Segunda Comisaría de Quilpué, donde la misma paca las obligó nuevamente a desnudarse y a realizar sentadillas en un baño institucional.
Las iniciales de la torturadora carabinera de Chile serían –según la prensa- N.B.M.C.
Pacos cómplices de violación
En Valparaíso, cuando mujeres autoconvocadas protestaron frente a la comisaría, los pacos las reprimieron[3]. En el devenir de la revuelta popular ellas protestaban por la impunidad que los policías propician en los casos de mujeres agredidas. Ese día fue defendiendo a una mujer en calle que había sido violada por tres civiles que la secuestraron. Uno de ellos, un tal Teobaldo Sanhueza, quien es (o era) comerciante. Los violadores retuvieron a la mujer en la mueblería propiedad de Sanhueza y a los 3 días, ella logró escapar. El 28 de marzo de 2020 logró presentarse en carabineros y denunciar, pero los pacos se negaron a actuar: no detuvieron a los violadores, no llamaron a un fiscal ni a la brigada de delitos sexuales, ni asesoraron a la víctima.
Aborto por torturas y complicidad de instituciones de la Salud
El 29 de marzo de 2020, una pobladora embarazada de 21 años de Villa Francia, fue interceptada por un piquete de fuerzas especiales y detenida a las 16 horas a 20 metros de su casa. Los pacos la golpearon, le propinaron patadas en la espalda, la ahorcaron y la tiraron por los brazos para subirla al carro. Luego la trasladaron a la 58° comisaría donde la humillaron y golpearon otra vez. La joven comenzó a sangrar y a sentir dolores. Pidió atención, pero los pacos de burlaron y le requisaron el teléfono. Cuando decidieron trasladarla a un centro de salud, la trataron con tanta brusquedad que ella se cayó al suelo y volvió a golpearse. El médico de turno en el CESFAM Padre Vicente Irarrázaval, minimizó la tortura e indicó su traslado a la unidad de Maternidad del Hospital San Borja. Ahí la atendió la matrona Perla Alejandra Balanda Torrealba, quien la culpó, la maltrató e incluso le dio golpes y empujones para que se recostara en la camilla; le quitó una zapatilla y le bajó el pantalón para introducirle el espéculo de manera agresiva. Luego de esta “atención”, la víctima volvió a ser trasladada por los pacos al carro policial. Los funcionarios fumaron dentro y le arrojaron el humo a la cara a su víctima.
Solo a las 21 horas llamaron a su hermana para que le llevara toallas higiénicas. Su padre la fue a buscar y fue liberada. Posteriormente la joven debió ser hospitalizada por fuertes dolores y sangrado. Ahí se constató que ya no había saco gestacional, pero no se precisó las causas[4].
Atropello en Concepción
el 15 de noviembre de 2019 el carabinero Manuel Sánchez Echeverría atropelló a un manifestante que se encontraba en Avenida Los Carrera altura calle Castellón, en Concepción. Los tribunales el año 2023 dijeron que eso habría sido “solamente” “apremios ilegítimos”, ni siquiera una infracción de tránsito y menos un intento de homicidio a un manifestante.
Postrado por golpes de carabineros
Mario Acuña de 43 años, se manifestaba en un cacerolazo cuando la noche del 23 de octubre de 2019, Henry Giovanny Cuellar Vega y Víctor Antonio Lastra Marguirot, entre otros pacos, lo encontraron y lo golpearon hasta dejarlo en estado vegetal. Mario estuvo 4 meses en coma, tuvo daño en la medula espinal y TEC grave. La tortura le dejó postrado e inhabilitado para trabajar de por vida.
Los milicos torturan en el Wallmapu
El 22 de octubre de 2019, en Temuco, ocho militares detuvieron a dos manifestantes, los golpearon y amarraron, los trasladaron hasta el cementerio general de la ciudad donde los obligaron a arrodillarse mirando hacia una pared, para realizar un simulacro de fusilamiento. El Juzgado de Garantía de Temuco no tipificó esto como tortura ni como intento de asesinato institucional, si no “solo” como “apremio ilegítimo”. El Ministerio Público dijo que habrían tenido “la finalidad de castigar a las víctimas por su participación en manifestaciones sociales”.
El 13 de octubre de 2020, nueve militares en la comuna de Collipulli, detuvieron a 5 jóvenes mapuche, a quienes trasladaron hasta el sector Los Pinos, los amarraron, los obligaron a lanzarse al suelo y simularon su fusilamiento; también la Fiscalía informó que “los rociaron con un líquido, presumiblemente acelerante, señalando uno de los soldados: Hay que quemarlos”[5].
Mujeres vejadas por milicos en Punta Arenas
C.D.B. es una mujer que tenía 22 años y una hija pequeña en octubre 2019, el sábado 26 de octubre del mismo año, cinco días después del inicio del “estallido social”, volvía a su casa y fue agredida por varios militares en Punta Arenas:
“Había ido a las barricadas y luego nos fuimos a la casa de un amigo que vive cerca. A eso de las 3 de la madrugada decidí volver a mi casa. Caminaba por la calle sin hacer nada malo. Borracha estaba, eso sí, pero consciente. De repente sentí un piedrazo, miré para todos lados y no vi a nadie, pensé que era volá mía, luego sentí otro y otro. Uno me llegó justo a los dientes, a las paletas, me toqué la boca y me quedé con los dientes en la mano. Ahí vi que era un milico el que me estaba apredreando. Lo insulté y él me insultó de vuelta. Le dije: ¡qué mierda… así nos dicen que nosotros somos los violentos…!”. Yo no les había hecho nada. Vi a dos milicos más corriendo hacia mí y sentí un puro palmazo, caí al piso, sentí que me arrastraron entre varios, muchas patadas y perdí el conocimiento. No sé cómo llegué a mi casa. Mi papá dice que estaba ensangrentada y que cuando me abrió la puerta le dije: ¡quiero mi cama!… Al otro día desperté adolorida, con sangre. Me di cuenta que no fue un sueño”.
J.D.R.V.G. es una mujer que tenía de 21 años en octubre de 2019, el 26 de octubre se desempeñaba en su trabajo de guardia de seguridad, al otro día (domingo 27) debía cumplir turno por lo que decidió volver a su casa “en vez de quedarse en la de una amiga”.
Caminó hacia el paradero del colectivo y como en el caso anterior, eran cerca de las 3:00 A.M.: “Iba en dirección al Cementerio cerca de donde está el paradero de colectivos, pasó por detrás del Gimnasio y es lo último que recuerda antes de volver a tomar conciencia y verse ensangrentada y siendo auxiliada por trabajadores del Bar “La Tabla”. Los trabajadores relataron a las activistas que la acompañaron en ese tiempo que “se molestaron con los militares apostados en las esquinas de la calle -dos en cada una- ya que éstos no hacían nada por la mujer y parecían observarla indiferentes”.
J.D.R.V.G. quedó con hemorragia cerebral, “tenía un golpe en la mandíbula que parece de culata”. Los trabajadores que la auxiliaron dicen que la vieron pasar subiendo por la calle Carrera Pinto cuando ya eran más de las 4 A.M., iba ensangrentada y mojada… Carabineros de Chile en un parte del que tomaron conocimiento las activistas, asegura que ella habría sido “víctima de violación. Las activistas no saben cómo llegaron a esa conclusión los carabineros, ni lo explican”. La joven víctima recuerda muy poco, narra escenas aisladas retrospectivas (flashback) en que se siente tragando mucha agua y medio ahogada. “Ella imagina que fue en el Río de las Minas, desde donde parece haber escalado o haberse arrastrado un trecho pequeño hasta la calle…”[6]
En su página 46, el Informe de 125 páginas “Situación de Derechos Humanos en Chile 2022”, aprobado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, acusa estigmatización, restricciones normativas y criminalización de la protesta social en Chile donde altas autoridades han calificado a manifestantes de “delincuentes”. La Comisión toma nota también de la utilización de expresiones que plantean la disyuntiva sobre estar “del lado del vandalismo o de la democracia”, lo que busca justificar el uso de la fuerza por parte de agentes del Estado contra quienes protestábamos.
En Chile se dio órdenes desde el gobierno de Piñera y los altos mandos de las Fuerzas Armadas y las Policías, de reprimir manifestaciones pacíficas, torturando, haciendo simulacros de fusilamientos, disparando a civiles desarmados. Se detuvo ilegalmente a manifestantes desde sus casas o desde las calles, se disparó contra viviendas y edificios, se propinó golpizas, humillaciones y se ejerció abuso sexual contra mujeres, adolescentes, lesbianas, personas trans, homosexuales y toda persona disidente sexual. Tal como en Dictadura: tratos crueles, inhumanos y degradantes, además de muerte. Todo eso no es “apremios ilegítimos”, sino tortura con intencionalidad de “castigarnos” por protestar.
Son culpables desde Piñera para abajo, es más que Yañez, cuya cabeza estratega, tal vez ni ruede.
[1] Ciper 2020, Mauricio Weibel Barahona
[2] Rodrigo Bustos, director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile y Amnistía Internacional, informe Ojos sobre Chile. Violencia policial y responsabilidad de mandos durante el estallido social
[3] Declaración Nunca Más violaciones en barrio Puerto Valparaíso 20 de abril 2020 Mujeres Autoconvocadas
[4] Declaración 1 de abril 2020 de familia de la víctima y un organizaciones socialeshttps://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfWZJ54kwEZk8p_stvzlPF_QHMCRFXAtusvGvn4INQOA57k0g/viewform?fbclid=IwAR0H9KHUGwxd4VAVjffEtXbQ5bRRAPh4Z8tDffywWqXTuVLsPy8maewa_po
[5]Simularon su fusilamiento: Ocho militares quedan en prisión preventiva por el delito de torturas contra manifestantes en Temuco, Juan Contreras Jara, resumen.cl 11 abril 2023