Menos orgullo, más memoria
No nos enorgullecemos, hacemos Memoria
X Caracolas/Julio 2023
En Estados Unidos, un grupo de diseñadores colaboró con los pacos, para performar las patrullas de NYPD con los colores de la bandera LGBTIQA+. Debajo del colorido logo de una patrulla, se lee «All Colors Are Beautiful», cuyas siglas A.C.A.B., comparte maliciosamente el significado con All Cops Are Bastard, (“Todos los policías son bastardos”)…movimiento callejero de las revueltas populares contra la policía en el norte global, que también llega al sur. Es el mismo departamento de policía gringa que hostigó, torturó, humilló, reprimió y golpeó a las maricas y mariconxs de Stonewall. Y esta risa se parece más a la pena.
No obstante, la pena se transforma en rabia y la rabia se organiza. La rabia nos refresca la memoria, y nos recuerda la existencia de Mónica Briones, lesbiana escultora asesinada por encargo el 9 de julio de 1984 en plena dictadura militar. Si bien la investigación penal no arrojó culpables, ya que la Corte declaró que “no existen indicios suficientes para acusar a determinada persona como autor, cómplice o encubridor”, otra fuente investigativa sostiene que fue un crimen por encargo. Mónica mantenía una relación sentimental con la esposa de un agente del CNI, órgano de persecución, secuestro, tortura, asesinato y desaparición de opositoras/es políticos durante la Dictadura Militar. Este 2023 se conmemoran 50 años de impunidad para las y los sobrevivientes y familiares de prisioneras/os políticos y detenidos desaparecidos, y hoy hacemos un llamado urgente a separarse de toda la instrumentalización capital de un “gobierno feminista”.
Mónica, como nosotras, no caminaba sola, se relacionaba con las tortas y maricas de ese tiempo, siempre le decían que tuviera cuidado. Además de ser una lesbiana visible/expresada, se le asociaba a la locura y los consumos problemáticos. ¿Les suenan otros casos? El estigma de nuestras corporalidades lesbianas, camionas, locas, rebeldes, como Anna Cook, Nicole Saavedra, María Pía, Ana Almonacid, y cuántas más que en este patriarcado dictatorial intenta aniquilar, pero no lo logra, han sido vida y nombre porque su existencia se expande. Estas muertas son nuestras y las reclamamos en rebeldía siempre. Mónica tenía amigas del colectivo lésbico de ese tiempo Ayukelen, que no se inspiraron en su muerte para activar juntas como aparece en otras fuentes, sino más bien fueron ellas quienes continuaron resignificando su nombre y su memoria colectivizándose. En este lugar político de su existencia, nosotras reconocemos esta genealogía autónoma y nos posicionamos, sobre todo en este tiempo donde pareciera que el reconocimiento de las identidades basta para ser rebeldes.
La fiesta del orgullo tuvo un origen subversivo, y entre tanta pobreza y marginación, se encontraron travestis, lesbianas, trans, colas, maricas, tortas, fletxs, colipatos, la nené, la teté, el tereso, la tacones lejanos, la hija de perra, el marimacho, la maría tres cocos, el potoaguja, la bimbambúm… El heteropatriarcado capitalista nos obliga a existir de una única forma posible, y cuando las estructuras de funcionamiento devastador y normalizante entran en conflicto, utiliza todos los dispositivos para cooptar y reconfigurar su imagen.
En la alegría de fugarnos de sus muros, se encontraron antes y nos encontramos de nuevo. El orgullo queda vacío cuando nos quitan la rebeldía y pretenden transformarla en norma. La memoria activa está en antagonismo con los principios capitalistas, activamos la memoria desde Mónica y estos 50 años de dictadura militar, porque no nos arrebatarán la memoria…
Porque, en definitiva, si tenemos los mismos principios, perpetuamos las mismas lógicas, relativizamos la violencia estructural para conveniencia de un partido, identidad o individuo ¿cuál es el conflicto real que tenemos con el patriarcado? ¿Somos capaces de dialogar entre nosotras/es en relación a nuestras diferencias antes de las patriarcales cancelaciones?