Año: 2024

Cambiar todo para que nada cambié… A un siglo de Carmela y las demás … (2008)*

Bien me decía en los años 90 una mujer mapuche que trabajaba de empleada doméstica y nunca fue feminista declarada, que los hombres pobres cuando se ven en la posibilidad de abusar de las mujeres de su misma condición, se desclasan “porque las abandonan embarazadas, las niegan y las burlan”… Yo agrego: y muchas mujeres, de cualquier condición, hacen lo propio, se salen de su historia y su cuerpo, son arribistas-machistas, y prosiguen en aquella dolorosa tarea que les dio el maldito género: subyugar a la otra para competir y ganarle el gran botín: un macho o el falo del poder establecido –que, para el caso, son lo mismo-.

El “basureo” y la hostilidad horizontal entre feministas y mujeres organizadas

La hostilidad horizontal entre mujeres típicamente involucra formas de poder que surgen de una posición de debilidad, no de fuerza. Puede implicar intentos de destruir la buena reputación de alguien que no tiene más acceso a los niveles superiores de poder que la que está propagando el escándalo. Puede implicar hacer responsable a alguien de la propia opresión, aunque ella también esté oprimida. Puede implicar envidiosas demandas de que otra mujer deje de usar sus propias habilidades, porque el éxito de alguien que no está mejor situada que ella misma la hace sentir inadecuada y sin valor.
O puede implicar intentos de silenciar la crítica al atacar a la persona que percibe que está haciendo la crítica.

Si eliminan la Violencia Contra las Mujeres, se autodestruyen…*

La Violencia contra las Mujeres es permitida, aunque esos estados e instituciones digan que tienen políticas de género e incluso si nos entregan un relato “feminista”. Los pactos patriarcales siguen siendo metaestables, susceptibles de transformarse continuamente para adaptarse y existir sin alterar en lo estructural sus formas de dominación. Como dice Hanna Arendt, la Violencia no es la interrupción de la Historia, es la Historia, y siempre tiene nuevos dispositivos como todas aquellas oficinas, privadas o públicas, que actualmente no se hacen responsables de nada de lo que sucede a las mismas ciudadanas a las que acuden en etapas eleccionarias.

El Pluri y el Federal: una misma fecha, con dos encuentros muy distintos

Me refiero con esto a un movimiento que fue violeta y ahora verde, que fue apropiándose de palabras forjadas en el activismo feminista radical de décadas y cancela sin embargo los debates bajo el señalamiento despectivo y persecutorio de TERFs o (por sus siglas en inglés Tran Excluyent Radical Feminist), a quienes no nos definimos transfeministas, o elegimos cuestionar los argumentos neoliberales que se esconden detrás del consentimiento en materia sexual.