A un año del ataque lesbicida en Barracas… “JUSTICIA ES QUE NO VUELVA A PASAR”

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Tras sensibilizar con imágenes de la lucha de este año transcurrido, Jesi Hernández abrió el encuentro dando la bienvenida con la lectura de un documento que da cuenta de distintos ataques de odio a lesbianas en el último año, con un contexto de violencia en donde “este gobierno del horror apenas empezaba a mostrarse”. Desde el documento se valora el acompañamiento incondicional del Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte, posicionándose en defensa de la salud pública que se encuentra bajo amenaza permanente por recortes y despidos. Se repudió también el cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), a la vez que se reivindicó la lucha de las madres protectoras, en particular de las madres lesbianas que “son revictimizadas por no entrar en la heteronorma”. El documento cierra denunciando que los discursos de Milei por promover el odio y poner en riesgo vidas. Concluyó diciendo: “Milei no es libertad, es odio. Fue triple lesbicidio”.

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Crónica de un encuentro para denunciar los discursos de odio en el marco de la lucha por justicia y verdad, a un año de la masacre de Barracas

Miriam Djeordjian/Blog Desde la Hoguera 

Este 6 de mayo se cumplió un año del ataque en el que dos parejas fueron quemadas mientras dormían en la pieza del hotel familiar donde vivían. Fue de madrugada. Fue una bomba molotov. Fue en el barrio porteño de Barracas, al sur de la ciudad. Pamela Fabiana Cobas y Mercedes Roxana Figueroa murieron el mismo día. Andrea Amarante agonizó 48 horas antes de morir. Sofía Castro Riglos fue internada con graves quemaduras y logró sobrevivir, abrazada por una colectiva lésbica que cada mes, durante este año, se reunió para exigir justicia.

La querella debió batallar contra el juez a cargo para que la reconocieran no solo víctima de tentativa de homicidio, sino como querellante por el homicidio de sus compañeras. Justo Fernando Barrientos, el asesino, les arrojó una bomba molotov por odioporque eran lesbianas, concretando en el hecho una larga lista de amenazas previas. Y lo hizo alentado por un bombardeo de agresiones misóginas y homofobas que, desde el gobierno nacional, ha corrido todo los límites habilitando, así, ejercer violencias sin sanciones. Es en ésta Argentina de Milei que fue posible “la masacre de Barracas”. Es una Argentina donde aún el juez se niega a caratular el ataque como un “crimen de odio”.

Anticipando la movilización que cada 6 de mes se realiza en la Plaza Colombia, a pocas cuadras del hotel donde fue el ataque, el lunes 5 de mayo se realizaron dos actividades: un conversatorio en la Legislatura Porteña y mural-pegatina en la esquina de Lamadrid y Azara en cercanía del hotel donde fue el fatal ataque.

Cabe recordar el contexto en el cual este ataque sucedió: desde la asunción a la presidencia, la hostilidad verbal permanente de Milei en sus redes, sus conferencias con gestos odiantes y muy en particular, su intervención en el Foro de Davos en enero de 2024, en la cual se dirigió contra las luchas feministas y disidentes con discursos particularmente misóginos y homofóbicos.

Organizado por Lesbianes Autoconvocades, desde las 14 hs. tuvo lugar un encuentro y conversatorio en el Salón Montevideo de la Legislatura porteña donde llegaron algunas legisladoras, referentes sociales para dar su apoyo y acompañamiento a la causa. También participaron en la reflexión sobre la coyuntura política y los discursos de odio del último año quienes llevan adelante algunas de las querellas por estos crímenes, integrantes del colectivo de Madres Protectoras, referentes del movimiento lésbico histórico y actual, así como sobrevivientes de otros ataques recientes a lesbianas.

Tras sensibilizar con imágenes de la lucha de este año transcurrido, Jesi Hernández abrió el encuentro dando la bienvenida con la lectura de un documento que da cuenta de distintos ataques de odio a lesbianas en el último año, con un contexto de violencia en donde “este gobierno del horror apenas empezaba a mostrarse”. Desde el documento se valora el acompañamiento incondicional del Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte, posicionándose en defensa de la salud pública que se encuentra bajo amenaza permanente por recortes y despidos. Se repudió también el cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), a la vez que se reivindicó la lucha de las madres protectoras, en particular de las madres lesbianas que “son revictimizadas por no entrar en la heteronorma”. El documento cierra denunciando que los discursos de Milei por promover el odio y poner en riesgo vidas. Concluyó diciendo: “Milei no es libertad, es odio. Fue triple lesbicidio”.


Para aportar una actualización de la situación legal de la causa, Vanesa Calderón, coordinadora del Observatorio de crímenes de Odio e integrante del equipo jurídico que lleva adelante la querella por el ataque lesbicida de Barracas. Destacó el “enorme trabajo político, jurídico y militante de la Asamblea de Lesbianas Autoconvocadas y la Federación LGBT para dar lugar a las voces de toda una comunidad” y pelear por su lugar como querellantes, señalando que es preciso reconocer que este no es un ataque más, sino «un ataque lesboodiante que pretende un mensaje disciplinador desde el odio», cosa que la Justicia aún no reconoce.

Mónica Santino, impulsora del futbol feminista y popular, y creadora de La Nuestra, un colectivo de mujeres, niñas y personas LGTBIQ+ anclado en la Villa 31 de la ciudad, recordó que, aunque los ataques y la violencia estuvieron siempre, y aun existiendo una coyuntura desafiante, dice, “tenemos que pensar cómo articularnos y seguir” porque la siempre la respuesta es en grupo, e invitó a “cambiar la sospecha por solidaridad”, a “no soltarnos” porque “estamos acá, y nos tenemos”.

Entre quienes dieron su testimonio como sobrevivientes, estuvo presente Agui, una sobreviviente del ataque de lesboodio perpetrado en la localidad bonaerense de Cañuelas. Compartió que, alertada por la escalada de amenazas de su vecino, decidió junto a su esposa e hija de 5 años pasar la noche en otra casa. Por un llamado en la madrugada del 29 de enero, supo que la casa, “su casa azul” donde no durmieron esa noche, había sido incendiada. El cobarde que perpetró el ataque se dio a la fuga, pero fue detenido casi dos meses después. Tiene nombre­: se llama Orlando Alcides Lutz Fogar, y las cámaras de seguridad confirman su plena autoría. No le bastó el acecho, el asedio y la agresión verbal, ni apuntarles con una mira láser. En un contexto que lo habilita, decidió rociar la casa con combustible y prenderle fuego. El agresor está a la espera del juicio, pero Agui y su familia salvaron su vida por poco, aunque perdieron la casa que con esfuerzo construyeron y todas sus pertenencias materiales.

Una de las sobrevivientes de otro ataque perpetrado en Balvanera a principios de marzo, Inés, compartió su testimonio. Escuchó a su compañera Analía gritar desde el pasillo mientras era atacada, al igual que con Agui y su familia, por vecinos violentos, pero en este caso en plena ciudad porteña. El agresor y su padre, partícipe mediante la agresión verbal y como aval para continuar el ataque, viven en el mismo piso y siguen aún hoy, conviviendo allí a diario, pasillo mediante. Inés también advirtió el contexto de violencia que se alienta desde un gobierno odiante.

La palabra siguió circulando entre las presentes, en lesbianas que llegaron incluso desde Rosario, como las integrantes del histórico grupo Las Safinas, dando testimonio de cómo la fortaleza colectiva de más de 20 años las sigue convocando. También ellas compartieron los hostigamientos y ataques que han vivido en su centro cultural “La Vulvería”, donde también han tenido amenazas lesboodiantes incendiarias hace 4 años y pintadas con esvásticas y agresiones varias. Viajaron, dicen, “porque sentíamos que era importante estar”.

Cerraron el evento de palabras las legisladoras Andrea D´Atri y Mercedes Trimarchi del Frente de Izquierda de Trabajadorxs Unidad. D´Atri, caracterizó como “ideología de odio del Estado” al actual gobierno de Milei y señaló la importancia de haber gestado una movilización como la del 1ro de Febrero “desde abajo”. Con un diagnóstico crítico, subrayó que en la ciudad más rica del país el 15% de la población vive sin un techo o en condiciones deficitarias de vivienda, entendiendo que la precarización laboral y vital en la población disidente, es aún mayor. Trimarchi, por su parte convocó este 3 de Junio a exigir más fuerte “ni una lesbiana menos” en lo que coincidió con Vicky Freire de Unión por la Ciudad que sumó la advertencia de no ser indiferentes frente a “la crueldad de este gobierno con los que menos tienen”. Anteriormente María Fernanda Mollard de la UCR, también sumó su respaldo a la lucha.  

El cierre del conversatorio fue con música y canto, ofrecido por Karina y Dani quienes trajeron en su repertorio a Violeta Parra, un poco de coplas y el clásico tema de Gloria Martín que empieza diciendo: Mujer, si te han crecido las ideas, de ti, van a decir cosas muy feas…

Hacia la noche, las paredes de Barracas anticiparon en murales y pegatinas el grito y el ritual que vendrían al día siguiente.

¡FUE UN CRIMEN DE ODIO!  ¡FUE TRIPLE LESBICIDIO!

POR JUSTICIA Y CUIDADOS PARA SOFÍA.

POR ACCESO A LA VIVIENDA DIGNA

¡MILEI NO ES LIBERTAD, ES ODIO!

¡LOS DISCURSOS DE ODIO MATAN!

¡LAJE, MARQUEZ Y MILEI SON RESPONSABLES! 

¡TU FASCISMO MATA!

FUENTE: Blog Desde La Hoguera: https://desdelahoguera.blogspot.com/2025/05/a-un-ano-del-ataque-lesbicida-en-el.html